lunes, 29 de junio de 2009

¿Lobos o corderos?

Dice Pepe Cervera en su blog "Retiario":
Se trata de un dilema viejo como la filosofía: ¿es el Ser humano un lobo para los demás seres humanos, o somos una especie caracterizada por el amor a nuestros semejantes?
Añade que de ambos casos hay multitud de ejemplos y menciona un estudio de PloS One en el que se atribuye una base biológica a la empatía. Francamente, creo que es un post especialmente interesante, aunque insinúe más que explicar.

Después de leerlo atentamente, me da la sensación de que al final de la lectura un se queda igual que al principio. El viejo dilema filosófico sigue siendo dilema, no hay una aclaración de hacia dónde nos dirige ese estudio.

Además, a mi modo de ver, ni somos lobos ni corderos. En ocasiones somos como la vaca que pace tranquilamente y ve pasar el tren. En otros momentos, podemos convertirnos en hienas que apuran los huesos de un cadáver entre risitas histéricas.

Lo único que queda claro es que, como decía el título de un disco de Extremoduro, somos unos animales.

Frases célebres (o no) 3

Estados Unidos es el único país que ha ido de la barbarie a la decadencia sin pasar por la civilización.
Oscar Wilde

domingo, 28 de junio de 2009

Lo que vemos y lo que queremos ver

Es curioso cómo funciona nuestra cabeza. Soy un fan confeso de Terry Pratchett. Dentro de las novelas de la serie Mundodisco, uno de los personajes es La Muerte (que no es trágica, tal y como la vemos nosotros, sino que es casi cómica) y una de las cosas que dice es que el ser humano no la verá allá donde esté, porque nuestro cerebro omite lo que no quiere ver.

Esto, que no pasa de ser un recurso humorístico en las obras de Pratchett, es lo que dice, más o menos, Luis Muíño en el último post de su más que recomendable blog. Él habla de los platillos volantes y de por qué “vemos” platillos, pero, en el fondo, es lo mismo.

Me hace gracia que Muíño ponga un ejemplo que puede resultar cómico (y que tiene un punto trágico, por lo que implica en cuanto a cuán manipulables somos), mientras que el creador de Rincewind utilice un personaje que debería resultar trágico (y que es bastante cómico ¡La Muerte tiene un caballo que se llama Binky!).

Sólo los estúpidos tienen la conciencia tranquila

Eso es lo que dice una canción de Siniestro Total. Y yo, habitualmente estúpido profesional en lo relativo a la serenidad de mi alma, llevo un par de semanas en lo que debe de ser el extremo de la inteligencia. Vamos que mi conciencia no deja de pegarme patadas en las espinillas. Las razones nos se las voy a contar (este blog todavía es demasiado joven y usted y yo aún no nos conocemos bien), pero sí lo que está pasando por mi cabeza. Allá voy.

Hay circunstancias en las que lo prescriptivo es aguantar el chaparrón, poner toda la buena cara posible, respirar hondo y tratar de ser más neutral que Suiza. La cuestión es: ¿Hasta cuándo? ¿Cuántos agravios hay que tolerar hasta que tengamos “derecho” a la pataleta? ¿Cuándo podremos reventar como una castaña y que esté “justificado”?

Me explico. Si saltamos demasiado pronto, tenemos mal genio, somos intolerantes, vamos “mal follados”; cuando tardamos demasiado, el desencadenante suele ser una nadería y entonces nos convertimos en caprichosos, en niños mimados o en algo aún peor (si fuese posible que haya algo peor que un niño malcriado). La dificultad, como en todos los ámbitos de la vida estriba en alcanzar el término medio, ese punto de equilibrio que siempre está demasiado lejos de nuestra posición.

Mi madre, que es muy sabia, siempre dice: “Somos esclavos de nuestra educación”. No os pueden ni imaginar hasta qué punto es así. Por más que intentemos saltarnos los principios entre los que crecimos, siempre nos encontraremos con un pequeño Pepito Grillo que nos dirá “eso no está bien” o “recapacita” o “no es para ponerse así” o alguna frase-hecha-de-colegio-de-monjas por el estilo. Y francamente, ya estoy más que harto.

Por si a alguien puede interesarle, mi actual estado de ánimo está estrechamente relacionado con el post anterior.

¿Alguien sabe dónde se vende un DDT para la conciencia?

Frases célebres (o no) 2

Lo bueno de los suegros es que divorciarse de ellos no es traumático.
Yo mismo

viernes, 26 de junio de 2009

Todo = Nada

Dice Tom, el sueco, en su blog que "es extraordinario es el gran vacío que marcan los artistas más populares, o mejor dicho, el enorme caos que produce este vacío". Que "por no tener una vida interior y espiritual, tener todo significa no tener nada".

Como ejemplos usa a Michael Jackson y a Britney Spears. Una suerte de juguetes rotos (como gusta tanto decir en las tertulias televisivas) que precisamente por tener todo lo que cualquier mortal puede desear (fama, admiradores, dinero a espuertas, posesiones materiales de todo pelaje...) no tienen lo que de verdad nos hace humanos: la rutina templada y sin aristas, el calor de los demás (el de los fans quema, por intenso), la simpatía del frutero...

Al (o para) tenerlo todo, estos famosos se vacían, caen en círculos cada vez más oscuros y semejantes a la ordenación que Dante presentó del Infierno y dejan de ser ellos mismos para ser el personaje que (les) crearon con vistas a tenerlo todo. Y ese "todo" es la clave. Ese todo, como si de una ecuación matemática se tratase, significa "nada".

Después del antepenúltimo caso que vivimos en las carnes de Whitney Houston, ahora tenemos el de Jacko, ¿quién será el siguiente?

Frases célebres (o no) 1

Corre, pero despacio
Yo mismo

Orgullo Gay en Jerusalén

Una de las cosas que más me gustan de la fotografía es ver cosas que pasan en sitios en las que no deberían estar pasando. Otra, es plasmar las reacciones de la gente cuando ve algo que pasa donde no debería estar pasando. Pues bien, este enlace lleva a una serie de imágenes sobre la celebración del Orgullo Gay en Jerusalén. Curiosamente (o no, vaya usted a saber) era que el temor no eran los integristas islámicos, sino los integristas judíos (¿por qué nunca se les llama así y se empla la fórmula "ultraortodoxos judíos"? ¿Acaso no es lo mismo? Pero este es otro tema).

En el post que enlazo sólo hay cuatro fotos. La última (a mi juicio, la mejor) no tiene desperdicio.

Por cierto, el blog Ojo público es más que recomendable.

jueves, 25 de junio de 2009

El problema de los relojes

Y sigo con las paradojas.

Hace un tiempo me plantearon un problema lógico que me pareció muy interesante. El planteamiento era el siguiente:
Tenemos cuatro relojes. Uno de ellos está parado; el segundo atrasa un segundo al año; el tercero, uno al siglo; y el cuarto, uno al milenio. ¿Cuál de los cuatro es el más exacto?
La respuesta que tendemos a dar es el que se atrasa un segundo cada mil años, sin embargo, la "correcta" es... el que está parado, porque da la hora exacta dos veces al día.

Tal respuesta me dio que pensar. Razoné (o no) que si nos preocupamos demasiado por la exactitud, podemos perder de vista la utilidad. Porque resulta evidente que es mucho más práctico un reloj que apenas atrase, aunque no sea exacto, que uno que puede dar la hora "clavada" dos veces al día, pero que nunca marca otra ¿Qué duda cabe de ello? Lo importante de un reloj es que nos ayude a saber cuándo vivimos, aunque sólo sea de un modo aproximado. La precisión no es lo fundamental.

Pues algo parecido nos pasa a diario. Nos obsesionamos porque todo (nuestro trabajo, nuestra compra, nuestra ropa, la relación con los demás, la educación que damos a nuestros hijos...) sea perfecto, todo esté ajustado como una maquinaria de relojería. La pregunta es: ¿Esa maquinaria es de las que atrasan mucho, poco o de las que están paradas?

Espero que la mía no atrase demasiado, pero que atrase algo. Eso significará que funciona.

miércoles, 24 de junio de 2009

La paradoja de San Juan

No es que el bueno del santo bautista haya sido protagonista de alguna paradoja conocida (si es que haber bautizado al enviado de Dios no lo es). No. De lo que se trata es de una frase que decía mi abuelo, repetía mi padre, ahora digo yo y, si las cosas van como tienen que ir, algún día dirá mi hijo. La frase de mi abuelo tenía siempre como contexto la noche de San Juan (a la sazón, patrón de mi pueblo) y rezaba así:
Hoy comienza el invierno.
Dicho así puede sonar a "este-gallego-chochea,-si-el-verano-acaba-de-comenzar", pero, como dicen en el WTF! de Microsiervos: "Todo buen WTF tiene su explicación". Y este no es menos: Esta es la noche más corta del año; a partir de ahora, los días encogen y las noches se agrandan; cada día anochece antes.

Sé que nadie quedará convencido, pero en mi familia somos así y, como dice mi madre, "somos esclavos de nuestra educación".

lunes, 22 de junio de 2009

Inicio

Vaya por delante que este blog comparte paradoja con el gato imaginario que Schrödinger metió en una caja allá por 1935. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no está ni vivo ni muerto, sino todo lo contrario.

Claro que ahora puede surgir otra duda: entonces, ¿para qué lo empiezas? Pues sencillamente porque me pareció una buena idea empezar a hacer algo en el que quepa todo y no tener que limitarme a un tema concreto (como en otros sitios). Además, esta forma de actuar entronca a la perfección con la de aquél chiste típicamente gallego:
- Cómo tienes al perro así de enclenque, ¡dale de comer, hombre!
- Para lo que hace...
- ¡Pues, entonces, mátalo!
- Para lo que come...
[Nota: el chiste, en caso de tener algo de gracia, la pierde completamente al estar en castellano].

Este chiste recoge a la perfección lo que haré en este blog. Ni le daré de comer, ni lo mataré; estará vivo y estará muerto. Como el gato de la caja.

Ahora que lo pienso: ¿a quién le pueden interesar todas estas justificaciones más que a mí?