La reunión con la ministra o la importancia de cuidar las formas

Afortunadamente no soy lo suficientemente importante (léase sin ningún tipo de ironía) para estar en la reunión con la ministra González-Sinde. Y digo afortunadamente porque no veo lógicas las reuniones que no sirven para nada, que pueden alargarse ad infinitum sin que haya progresos o acercamiento de las posiciones y, sobre todo, aquellas en las que uno de los interlocutores principales manda callar a otro ("¿por qué no te callas?") o simplemente se levanta y se va.

Me da igual (es una forma de hablar) si la ministra de Cultura tiene razón o no, me trae sin cuidado (ídem) que el proyecto de ley de Economía Sostenible vaya a servir para algo. Cualquier razón que pudiesen tener ya la perdieron por el simple hecho de haber perdido las formas.

Nota al pie: Tom, el sueco, habla en su blog "De artistas y piratas".