domingo, 28 de junio de 2009

Lo que vemos y lo que queremos ver

Es curioso cómo funciona nuestra cabeza. Soy un fan confeso de Terry Pratchett. Dentro de las novelas de la serie Mundodisco, uno de los personajes es La Muerte (que no es trágica, tal y como la vemos nosotros, sino que es casi cómica) y una de las cosas que dice es que el ser humano no la verá allá donde esté, porque nuestro cerebro omite lo que no quiere ver.

Esto, que no pasa de ser un recurso humorístico en las obras de Pratchett, es lo que dice, más o menos, Luis Muíño en el último post de su más que recomendable blog. Él habla de los platillos volantes y de por qué “vemos” platillos, pero, en el fondo, es lo mismo.

Me hace gracia que Muíño ponga un ejemplo que puede resultar cómico (y que tiene un punto trágico, por lo que implica en cuanto a cuán manipulables somos), mientras que el creador de Rincewind utilice un personaje que debería resultar trágico (y que es bastante cómico ¡La Muerte tiene un caballo que se llama Binky!).

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