jueves, 16 de julio de 2009

Estar en la Luna

Es una de las expresiones que más me gustan. Implica un estado soñador y el afán de conseguir imposibles del ser humano. Además, habla de la Luna (sí, soy un poco lunático).

El sueño de estar en la Luna, literalmente, lo cumplieron un puñado de afortunados. En aquél momento parecía que el regreso era casi inminente. Pasaron 40 años del primer alunizaje y hoy la Luna no pasa de ser un trozo de la Tierra desgajado, solidificado, desierto, gris y, sobre todo, remoto.

Javier Pérez de Albéniz recuerda en uno de sus posts la frase de Norman Mailer que decía que aquella fue "la semana más grande desde el nacimiento de Cristo". Hoy, sin embargo, lo más cerca de la Luna que podemos es estar (tal y como titula Pepe Cervera en su Retiario) es la imagen de nuestro satélite creada por astrónomos aficionados a partir de 288 fotografías de alta resolución. Al parecer, lograron una fotografía de mayor calidad que la de los astrónomos profesionales.

Al final, la Luna sigue ahí, a 384.400 km, girando alrededor de nuestro planeta y sin rastro (afortunadamente) de instalaciones humanas.

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