miércoles, 5 de agosto de 2009

Tan lejos, tan cerca

Se acercan las vacaciones y aunque estén a la vuelta de la esquina, todavía no tengo esa sensación tan incómoda de tener la cabeza en otra parte. Es cierto que la carga de trabajo de estos días me lo impide y la falta de gente en el trabajo me obliga a estar más centrado para tratar de abarcar todo lo posible. Sin embargo, llegados a estas alturas, otros años ya empezaba a situarme un poco más fuera que dentro. Salía a la calle y me parecía oler la sal y la arena, cuando lo único que podía oler era la polución; pasaba bajo unos árboles y ya sentía la hierba bajo mis pies, aunque sólo hubiese asfalto; oía un pájaro y esperaba oir la respuesta de otro y no el (irritante) pitido de los semáforos para peatones.

De ahí el título del post: este verano, las vacaciones estivales están tan cerca como lejos, o viceversa.

Como digo, este año es distinto. Y me está dando miedo que me empiece a gustar más el trabajo que el descanso...

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